El momento que compartimos, que cruzamos miradas,
viajará para siempre en mi corazón, en mi vida, en mi.
Aceptar esta nueva etapa, es sin duda alguna un proceso difícil,
nadie dijo que sería sencillo; es más bien doloroso.
Guardo aun la esperanza de poder una vez más tus labios besar,
esos labios que guardan secretos y alimentan la ilusión.
La dulzura de tu voz, tu perfume, tus manos, toda tu,
inspiran a mi corazón su latir, a mi mente a trabajar.
Nada en este mundo se compara con tu brillo, con tu ángel,
al punto de pensar, de afirmar, que tu, eres mi ángel de paz.
Muchos años he buscado, y al final te he encontrado,
increíble es que a tu lado, mi felicidad ha decidido anclar.
Por desgracia, cuando te tuve cerca cometí errores,
reconozco que el miedo por perderte me inundaba,
inclusive, el miedo de tu olvido llego mas tarde a mi corazón.
Necesito expresar ahora, lo que ha aparecido en mi, gracias a ti,
cuando por un breve espacio de tu vida, pude estar presente.
En mi, un cariño muy grande, único, especial y extraordinario
se ha instalado, un deseo por hacerte feliz y quererte sin medida
asfixian mi corazón; sin darme más salida que escribirte estas líneas.
